lunes, 10 de septiembre de 2007

Valores extranjeros en los mercados locales

La oferta de valores extranjeros en un mercado local puede adoptar diferentes grados de complejidad y sofisticación, dependiendo de las ventajas comparativas de un país en el ámbito financiero, así como de las características de sus inversionistas locales. Si fuera posible establecer un ordenamiento de las diferentes facetas que puede adoptar la oferta de valores extranjeros en un mercado, según su grado de sofisticación y valor agregado, se podría afirmar que un manifestación básica incipiente se da cuando emisores extranjeros hacen una oferta local privada de productos a inversionistas individuales o retail (usualmente de alto patrimonio). Comúnmente esta práctica involucra a un intermediario financiero local que opera como asesor del cliente local, así como representante del emisor extranjero. Este tipo de productos se refiere usualmente a fondos de inversión y acciones principales de mercados desarrollados.

Una segunda etapa de desarrollo se da cuando los emisores extranjeros ofrecen sus valores, no solamente a inversionistas retail sino que también a inversionistas institucionales, requiriéndose un proceso de previo de autorización por parte de los reguladores respectivos.

Aunque en estas dos primeras etapas, tanto la cotización del valor, así como su liquidación y su custodia se realiza fuera del mercado local, su colocación es doméstica, ya que existe un acercamiento al inversionista local, estando frente, por tanto a una oferta de valores, aún cuando ésta sea en forma privada o a inversionistas calificados.

Clases de oferta de valores en el mercado local según su complejidad y aporte al mercado local


Una tercera faceta de la oferta de valores extranjeros, que puede considerarse de mayor valor agregado se da cuando, el emisor ofrece sus valores en forma pública. Al adentrarse en esta forma de oferta, el emisor debe someterse a la regulación local de la oferta de valores y otras regulaciones complementarias. A cambio de someterse a dicha carga regulatoria el emisor adquiere la posibilidad de ofrecer sus valores en forma masiva. Es probable que esta modalidad opere en términos prácticos como un canal de distribución de valores en el mercado local para inversionistas retail. A modo de ejemplo, podrían haber dos agentes a los cuales les puede interesar este modelo: a los administradores de fondos de inversión retail (Vanguard, Skandia, Fidelity, etc.) y a los agentes que intermedian valores (vg. corredores de bolsa) porque éste representa una fuente adicional de comisiones de intermediación.

Experiencias en donde la oferta pública de valores extranjeros es una manifestación de un canal de distribución es la experiencia de México con el listado de ETF y de valores listados principalmente en NYSE. También es destacable el caso de Perú y la oferta de valores listados en NYSE. En estos modelos no hay formación de precios en el mercado local, ya que cualquier interacción entre oferta y demanda es insignificante respecto de la de sus mercados de origen. Sin embargo, aparte de la oferta y distribución a nivel local, también el servicio de custodia y de liquidación tiene un gran componente de participación local (vg. a través de convenios transfronterizos entre el intermediario local y un intermediario o un depositario extranjero). En este modelo, una variante que se está explorando recientemente en América Latina, se refiere a listamiento tranfronterizo de valores, en donde los valores de una bolsa extranjera son autorizados a ser negociados en el mercado local, en base a un convenio de reciprocidad, que involucra la posibilidad de un enlace transaccional, y en ocasiones de liquidación, entre ambas bolsas.


Una cuarta manifestación de oferta de valores extranjeros y en la cual se comienza a incursionar en una categoría diferente de oferta de valores extranjeros, la cual la podríamos definir como centro financiero, resulta ser la del levantamiento de capital en el mercado local. Este levantamiento de capital puede ser a través de bonos o bien a través de acciones. En este último caso, el mercado local se especializa en una determinada industria (vg. minería) lo que atrae emisiones de acciones de empresas ahocicadas a dicha industria. Un ejemplo clásico en este sentido resulta ser el de la Bolsa de Toronto y su reconocida ventaja en la negociación de acciones de empresas mineras.

Una alternativa de centro financiero basado en la oferta de valores puede darse en el caso de un centro off-shore puro, que concentre a administradores de fondos no sometidos a la regulación de valores ni tributaria del país anfitrión y cuya línea de negocios enfoca en la gestión de inversión globales y colocación de cuotas con inversionistas globales Un ejemplo de este esquema es el caso de Luxemburgo y últimamente también de Irlanda.

Finalmente, se encuentran los mega centros financieros o centros financieros globales, cuya característica es atraer liquidez y servir como un centro de encuentro de oferta y demanda y por lo tanto, de formación de precios de los valores listados.

domingo, 9 de septiembre de 2007

La Justicia y los Mercados de Capitales en América Latina

En América Latina la capacidad de la justicia para resolver en forma imparcial, eficiente y expedita las causas financieras es muy baja en general. La efectividad de un sistema de regulación del mercado de capitales es fuertemente dependiente de la existencia de un sistema judicial eficiente, fuerte e independiente. Una acción disciplinaria por parte del regulador solamente es creíble en tanto el poder judicial actúa de forma honesta y expedita. Pero es recurrente escuchar de parte de los participantes de los mercados de capitales, ha sido recurrente el bajo nivel de confianza en la capacidad de los tribunales de justicia para resolver casos de índole financiera de manera eficiente. Las críticas incluyen desde la falta de imparcialidad hasta la escasa preparación técnica de los jueces. Esta situación se exacerba tratándose de causas relacionadas a la legislación corporativa, lo que contribuye a aumentar los costos de litigación y, en general, de hacer negocios.

Esta observación es corroborada por el informe Doing Business 2006 elaborado por el Banco Mundial, en donde se simula un procedimiento de una demanda legal específica en todos los países estudiados. Mientras que en los países más competitivos, una demanda de este tipo tomaría 20 procedimientos, en Perú toma 35, en Colombia 37, en Venezuela y Ecuador 41 y en Bolivia 47 procedimientos. Si bien rediseñar y cambiar la cultura de los sistemas judiciales de la región requiere un enorme esfuerzo, sería pragmático enfocar recursos en el entrenamiento de los jueces, quienes finalmente pueden hacer una diferencia en la calidad de la administración de justicia.

Un inicitiava que por podría tener impacto sería el desarrollo de un foro de discusión respecto del aparato judicial en la región que incluya un programa de entrenamiento especializado para el Poder Judicial. Este foro sería una instancia de discusión en relación al desarrollo de iniciativas destinadas fortalecer a postribunales en el área corporativa y de mercados de valores. En cuanto al programa de entrenamiento, éste se debería centrar en la capacitación sobre mercados de capitales, gobierno corporativo y experiencias de juicios en mercados más desarrollados.